Sobre tu verde iluminado
Un cielo despejado
Se posan en ti las aves
Reposo en tu tronco apoyado
Ni te inmutas
Del viento disfrutas
Mientras das fruto
Ocasionalmente
De día, estas allí
De noche, estas allí
Nazco, muero
Sigues allí
Admirable serenidad
Que ni tormentas atormentan
Hágase tu voluntad
Serás cruz para quienes rezan